Se que esto no tiene nada que ver con lo que habitualmente escribo aquí, pero siento una necesidad de dedicar unas palabras a un (ahora ex) miembro de mi familia: Mi cobaya Pepe.
No se puede decir de él que fuera la mascota más amorosa del mundo, pues era bastante arisco (dicen que las mascotas se parecen a sus dueños...) Pero una cosa está clara, se hacía de querer.
Pepe vino a la familia en Marzo del 2008 tras esperar 2 semanas a que dejara de mamar. Era el único de su camada con el pelo alborotado, y también era el mas glotón. No le gustaba que le tocaran, y le daba muchísimo miedo el agua. A su vez, era feliz con poco: la casita limpia y muchas hojas de lechuga.
Durante estos 5 años ha sabido darnos alegrías por doquier, momentos de risas (su eterno wi wi) y sobretodo, ha ido conquistando a todo el mundo que lo ha conocido.
Por desgracia, ayer encontramos a Pepe en un estado no muy bueno, y decidimos llevarlo al veterinario, dándonos la triste noticia: no tenía solución.
Espero que, esté donde esté, esté rodeado de mucha lechuga y sea feliz.
Te echamos de menos.
:(
ResponderEliminarYo te entiendo, hace poco se murió mi hamster. Se llamaba Yuki, y la quería mucho, pero un día la fui a sacar de su jaula y no se movía D:
Pepe siempre vivirá en tu corazón.
PD: Era hermoso :D
Besos
Muchas gracias por tus palabras, en verdad cuando una mascota se muere siempre se nos muere algo dentro, y ellos se quedan grabados en nuestro corazón!!
EliminarUn beso!