[Reseña 10] Diario de una sumisa~Sophie Morgan

Autor: Sophie Morgan

Editorial: Grijalbo

Género: Romance erótico.

Páginas: 220 (formato ebook)

Fecha:17 de Enero de 2013

Precio:15,90 €

¿Hasta dónde está dispuesta a llegar una mujer en su búsqueda del amor y del placer?

Sophie es una joven periodista, atractiva, inteligente, independiente y divertida. Una mujer como muchas otras si no fuera porque, en la intimidad, se siente atrapada por las emociones intensas y el placer que le provoca ser sometida sexualmente. Pero cuando James, un atractivo y exitoso agente de Bolsa del que se enamora perdidamente, aparece en su vida, Sophie se adentra poco a poco en las zonas más oscuras del placer, empujada a extremos insospechados por el hombre a quien ama.

Llegué a este libro buscando un libro para dejar de pensar por un instante y meterme de pleno en un personaje. Sinceramente, no buscaba un libro ni romántico ni erótico, más bien busqué un libro que me hiciera llorar... Pero por unas razones que no vienen al caso, decidí empezar "Diario de una sumisa".

Una parte de mi tenía "miedo" de encontrar otro 50 sombras de Grey (que en parte, lo he hecho), pero por otro lado quería quitarme la espina de éste mismo, ya que según he leído, como novela de BDSM deja bastante que desear... 

¿Qué me he encontrado?

Sophie es una chica joven, trabajadora, sabe bien lo que quiere, tiene claro lo que le gusta, y es sumisa. Sí, así sin más. No es algo que en su vida diaria demuestre, ya que en algunos puntos puede llegar a ser muy orgullosa y siempre busca superar retos, pero en el tema del sexo le gusta la sumisión.

En un primer momento conocemos la vida de Sophie, periodista, amante de su familia y de los animales, trabajadora, autodependiente y segura de sí misma. Vemos cómo se relaciona con los demás, cuenta su primera experiencia sexual con unos cachetes, y cómo esto la hace darse cuenta de lo mucho que le gusta la sumisión. Poco después conocemos a Thomas, su gran follaamigo, con el cual experimenta las prácticas sexuales sadomasoquistas, pasando desde los azotes hasta la humillación (recordar esa palmeta que deja la palabra guarra a base de golpes...) 

Después de un cambio importante en su vida (cambio de ciudad) y tras alejarse un poco de sus amigos, gracias a una entrevista de trabajo conoce a James, un chico realmente guapo y sexy, rico y empresario (esta historia empieza a sonarme demasiado...) del cual, después de unas cuantas citas, descubre que son complementarios en el sexo.

Todo esto así dicho te deja un poco igual. 

¿Qué hace esta novela especial?

Sin ir mas lejos, de las 220 páginas que he leído, un alto porcentaje de ellas habla de sexo. Y no es un sexo tradicional, no. En algunas hasta lo he pasado mal (momento de las pinzas hechas con palillos, los continuos llantos o cuando le azotaba tanto que sangraba... ) dada a la gran descripción de la escena, a la descripción de sentimientos y de actos, y de deseos...

El lenguaje es muy coloquial. En ningún momento me he sentido perdida con algún término, cosa que se agradece mucho cuando no estás muy puesta en el tema del BDSM y no apetece parar de leer para estar buscando información. 

La lectura es rápida, y esto se agradece muchas veces en parte al lenguaje. Una vez que abras el libro, no lo cerrarás.

La mentalidad de Sophie. Me gusta cuando ella misma tiene dudas acerca de lo que está haciendo, y el por qué lo hace. Muchas veces me he llegado a preguntar cómo es posible que esté aguantando eso, cómo es posible que espere los golpes, cómo es posible que acepte a chupar un pie cuando le da auténtico pavor. Retos. Orgullo. Disciplina. Poder sobre sí misma. Eso me ha gustado.

Uno de los mejores pros que tiene este libro es que no ha nombrado NI UNA SOLA VEZ a la diosa que lleva dentro, y esto, en mi opinión, es de muy agradecer.

Pero claro, también tiene sus cosas malas:

Ese final abierto con el que piensas haber perdido un trozo de libro. (esto me ha gustado y a la vez me ha dejado con ganas de saber más...)

Momentos que se pueden comparar MUCHO con 50 sombras. Ambas son periodistas, jóvenes, ambos son ricos, sexys, guapos, tienen una empresa, les gusta pagarlo todo...

Los mensajes de texto/msn/correos electrónicos, demasiado obvio (aunque esto también me ha parecido un acierto, todo sea dicho)

En general, lo que más me ha gustado es, sin duda, la mentalidad de Sophie. 

Una chica luchadora en el ámbito personal y profesional que tiene claro sus preferencias sexuales, de las cuales no se avergüenza lo más mínimo. 

*"- Es cierto que me haces daño, pero siempre bajo mi consentimiento. Yo te lo suplico, a veces literalmente. Dentro de ese contexto, hacerme daño no es algo malo. El hecho de se como eres -amable, inteligente, educado, encantador- me hace sentir lo bastante segura y a salvo para permitírmelo. No le entregaría ese poder sobre mí a cualquiera. En realidad, nunca le he dado a nadie el grado de poder que te he dado a tí, ni siquiera a Thomas. Y te otorgo ese poder precisamente por tu lado dulce. Si te mostraras siempre tan despiadado y severo como cuando me estás asfixiando no querría jugar contigo.

No me malinterpretes, cuando estamos jugando, cuando me miras enarcando una ceja, cuando me haces llorar, me pone tan caliente que se me corta la respiración sólo de pensarlo. Y me gusta esa paradoja. Me gustan tus dos lados. Me gusta poder confiar en que me harás daño, en que te dará placer tener el poder de hacerme llorar y, al mismo tiempo, ser lo bastante delicado y cariñoso para darme luego un abrazo, asegurarte de que estoy física y mentalmente bien y traerme una copa de vino o un zumo. Eso es bueno. Esos dos lados no se contradicen, se complementan, y ambos demuestran que eres una persona considerada y consciente de las necesidades de los demás. Hacer daño a alguien que quiere que le hagan daño no solo no es malo, sino que es prácticamente un acto de bondad catártico.

(...)

Confío en que supieras ya todo esto. Y no te preocupes, no te lo estoy contando porque quiero convencerte de que tengas una relación conmigo- (...) No me malinterpretes, no estoy diciendo que no me gustaría probarlo. No todos los días conozco a alguien como tú. Me divierte y me encanta estar contigo, dentro y fuera de la cama, pero no sé si estás preparado para una relación aunque te apeteciera probarla conmigo, y tampoco sé si lo estoy yo. Y aunque entre nosotros no pase nada más, aunque nos limitemos a intercambiar gemidos por correo electrónico y tomar una cerveza de vez en cuando, creo que es importante que oigas esto.

Sí, eres un sádico, y es probable que necesites reconocerlo y averiguar si te gusta o no ser así. A mí me gusta que seas al mismo tiempo el hombre que mi madre querría que le llevara a casa y el hombre contra el que me prevendría, que formes un paquete complejo y fascinante. Y me gusta ser quien soy, necesitar que me hagan daño, desearlo, adorar los retos, que me lleven al límite y a veces llevar yo al límite.

Si descubres que te gusta cómo eres igual que a mí me gusta cómo soy, llámame."