1/8/12

¿A que no sabes donde he vuelto hoy?

En la vida vivimos momentos que marcan.
Momentos que se quedan grabados en la mente, y te provocan añoranza mientras hacen que una sonrisa tímida sea esculpida en tus labios. Momentos que deseamos que se repitan una y otra vez. Momentos que se quedan tan gravados en la mente, que incluso parece que puedes llegar a respirar el mismo aire.
Momentos que quedan grabados en el corazón, estos que hacen que broten lágrimas cada vez que algo o alguien los recuerda.
Hay momentos que te dejan un sabor tan amargo que te cambian la vida, y llegas a creer que jamás ha habido existencia sin esa sensación. Piensas que siempre recordarás el dolor. Que siempre sentirás ese vacío.
Y hoy, 3 años desde ese mismo momento, me doy cuenta de que ya ha pasado. Sigo echando de menos. Sigo añorando. Pero he aprendido a sonreír con ese recuerdo. He aprendido a valorar lo que tuve. Pero lo que más he aprendido es a hacerlo siempre.
Una fecha no es más que un día marcado en el calendario. No necesito recordarte cada vez que llegue el día y la hora en la que te fuiste. Necesito recordar cada momento que pasé contigo. Cada sonrisa que fuiste capaz de sacarme. Cada gesto. Y todo esto necesito recordarlo siempre, no solamente hoy.

Hay gente que llama a esta sensación superación. Yo no se muy bien como llamarlo.

3 años... Parece que fue ayer.
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