A veces pienso que soy como Marlene, pero yo no soy de Ucrania.

Me llamo Alba, y tengo 20 años. Ahora mismo no hago nada. Nada que no sea pensar, torturarme mentalmente, o darme cuenta del paso del tiempo. A veces pienso que la solución a mi estado es salir al mundo a gritar que estoy aquí. Otras muchas prefiero pasar desapercibida, seguir en silencio, y no decir más que lo necesario.

Soy una persona bastante rara, teniendo en cuenta que puedo llegar a estar callada durante horas, o puedo decir 100000 de tonterías en un minuto. Todo depende de las personas que me acompañen.

Me gusta la música. La sensación de escuchar en boca de otra persona totalmente ajena a mi algo que siento, algo que me describe mejor que cualquier palabra que pudiera decir por mi boca. Me gusta la sensación de dejar de pensar durante un rato, y que una melodía entre por mis oídos y recorra cada rincón de mi mente, de mi cuerpo. Me gusta sentirme conectada con la música, por ello, no escucho un género en particular. Escucho canciones. Ya puede ser rock, clásica, pop, o lo que sea, siempre y cuando me produzca una sensación que me agrade. También he de decir que no me gusta el flamenco, la música latina, o la música “house”, pues me producen dolor de cabeza o nerviosismo.

Me gusta mucho dibujar, escribir, pintar, cantar… lamentablemente, no hago nada de lo anteriormente nombrado bien. También me gusta evadirme leyendo, normalmente libros de fantasía. Me gustaría aprender a tocar la guitarra, la batería, el piano, el violín y, por qué no, la flauta travesera.

Me gusta encontrar los porqués de la vida. Una explicación al porqué mi color favorito es el lila, o al porqué mi disco favorito es Fallen, de Evanescence. Me gusta apuntarme frases de libros que leo para recordar porqué me gustaron, y saber decir el porqué mis películas favoritas lo son, a pesar de que a nadie le interese lo más mínimo.

Me gustan los sueños, y sus significados. Los raros, los surrealistas, los inimaginables. Incluso los que no tienen significado aparente. Me gustan los sueños, y a la vez me aterran.

Me da miedo el fracaso, pese a que ya lo he sufrido. Me da miedo la oscuridad, la soledad, el ridículo y en lo que se está convirtiendo el mundo. Me da miedo volver a defraudar a los que admiro, y me da miedo volver a sentir que nada merece la pena.

Me dan “asco” las cucarachas e insectos en general,  la gente que maltrata a los animales, las personas que sólo van por la vida buscando destacar chafando a los demás, y los que no aprecian lo que tienen, entre otras muchas cosas.

Aún no se que voy a hacer con mi vida.